lunes, 7 de agosto de 2017

Las Lecciones Aprendidas y el Narrador de Historias




Las lecciones aprendidas de una actividad, proyecto o emprendimiento es la información documentada que refleja las experiencias positivas y negativas de esa actividad, proyecto o emprendimiento realizado e incluye recomendaciones para mejorar el rendimiento futuro en los nuevos desarrollos. De modo que se trata de evitar que una persona u organización repita los mismos errores y aproveche los éxitos conseguidos.

Según el Project Management Institute (PMI), el proceso de Lecciones Aprendidas de un proyecto incluye cinco pasos: Identificar los hallazgos, Documentarlos, Analizarlos, Registrarlos y Aprovecharlos.

El primer paso, Identificar los hallazgos, significa descubrir y capturar los hechos, cifras, comentarios y recomendaciones del proyecto bajo estudio, que podrían ser valiosos para futuros proyectos. Para ello se requiere que las sesiones de lecciones aprendidas sean preparadas y orientadas o conducidas.

Preparar la sesión de lecciones aprendidas significa identificar a los participantes, entre ellos el Facilitador, definir y asignar roles y responsabilidades, redactar las reglas básicas del proceso y desarrollar la agenda. Adicionalmente, el Facilitador seleccionado, debe proporcionar un resumen del proyecto a los participantes (alcance del mismo, hechos y cifras claves, etc.) para ayudarlos a estar mejor preparados para las sesiones.

Orientar o conducir la sesión de lecciones aprendidas significa enfocarse en identificar los éxitos y fracasos de un proyecto y obtener recomendaciones para mejorar el desempeño en futuros proyectos. Aquí el Facilitador es la figura clave, porque él o ella está a cargo de asegurar que todos los temas relevantes sean incluidos en el debate y que el proceso de lecciones aprendidas sea fluido, en línea con las reglas básicas, promoviendo entre los asistentes la critica a los hechos y hallazgos que sean identificados, evitando señalizar a personas.

Bajo este esquema, el Facilitador actúa como un elemento orientador y pivotante de la sesión, en el cual los hechos y las figuras del proyecto conducen a que los participantes puedan identificar los potenciales hallazgos.

Ahora bien, imaginemos que las sesiones de lecciones aprendidas en lugar de comenzar con las pautas dadas por un líder orientador, comienzan con una narración fluida (la historia), presentada por el Facilitador o alguien seleccionado para ello (el Narrador de la Historia), en la cual se describe de forma agradable lo sucedido en el proyecto desde el principio, comenzando con la reunión de arranque del proyecto y de ahí narra la historia sobre cómo fue la relación con el cliente en todos los niveles: gestión, administración, planificación y ejecución,  continuando la narración con aquellos acontecimientos claves que pudieron haber impactado el curso del proyecto y cómo reaccionamos a ellos en ese momento, en todos los niveles. Aquí el Narrador podría abrir la "historia" promoviendo la participación de la audiencia en la narración, preguntándoles, por ejemplo, ¿qué otra experiencia o evento relevante nos pasó ?, ¿quiénes fueron los personajes destacados? y qué fue lo positivo que hicieron para solventar el evento, incluyendo también, de una manera positiva (sin la actitud de buscar culpables) cómo pudimos haber fracasado y cómo estos eventos igualmente fueron cerrados.

Nick Morgan, autor de "Power Cues", señala lo siguiente: “Los hechos y cifras y todas las cosas racionales que creemos que son importantes en el mundo de los negocios, en realidad no se pegan en nuestras mentes en absoluto”.

Además, al activar nuestra memoria con los recuerdos de las experiencias del proyecto, se facilita la visualización de los acontecimientos en las situaciones vividas favoreciendo la detección de hallazgos que de otra manera pudiesen ser omitidos. Los incidentes experimentados mueven internamente a las personas más que la evaluación de hechos y cifras mostrados en una pizarra. En consecuencia, decir un incidente puede valer más que informar hechos y cifras. He aquí la importancia de contar la historia del proyecto.

Luego, para una actividad que se basa en la revisión de eventos pasados, tal como lo es la sesión de lecciones aprendidas, sería de utilidad usar cualquier herramienta que permita que estos eventos reaparezcan en la sesión de la manera más fluida posible. Es así que la implementación de la figura del Narrador al inicio de estas sesiones, quien contaría la historia resumida del proyecto en evaluación, adquiere fuerza en comparación con el procedimiento tradicional de identificar hallazgos a partir de una lista de hechos o cifras. Sin embargo, cabe señalar que esta historia resumida del proyecto debe ser eficaz (centrada en eventos clave) y debe motivar a los participantes de la sesión de lecciones aprendidas.

¿Cómo hacer que una historia resumida del proyecto sea eficaz y motivadora?

Carolyn O'Hara en su artículo "Cómo contar una gran historia" (Harvard Business Review - edición del 30 de julio de 2014) escribió lo siguiente:

“Las historias crean recuerdos "pegajosos" añadiendo emociones a las cosas que suceden”.

“Le contamos historias a nuestros compañeros de trabajo y amigos para persuadir a alguien para que apoye nuestro proyecto, para explicarle a un empleado cómo podría mejorar o para inspirar a un equipo que enfrenta desafíos”.

Cuando escuchamos una historia, nuestra mentalidad cambia drásticamente. No sólo se activan las partes del procesamiento del lenguaje, sino también aquellas áreas que se utilizarían si usted mismo estuviera en la historia. Es así que, "las historias crean experiencias sensoriales". (“The Psychology of Stories: The Storytelling Formula Our Brains Crave”, por Shane Jones, blog Hubspot, 2017)

“Cuando se escuchan historias impactantes, el cerebro puede realmente hacer que se desarrollen pensamientos, opiniones e ideas que se alineen con la persona que cuenta la historia. Cuando contamos historias a otros que realmente han influido en nuestra forma de pensar, también podemos tener el mismo efecto en nuestra audiencia. Los cerebros del narrador y el del que escucha pueden realmente sincronizarse” (“The Psychology of Stories: The Storytelling Formula Our Brains Crave”, por Shane Jones, blog Hubspot, 2017)

Una historia motivadora se basa en lo siguiente:

  • Debe ser cronológica. Contiene un inicio y un fin.
  • Debe decir quiénes somos, no sólo lo que hacemos porque las relaciones humanas requieren reciprocidad y autenticidad.
  • Debe explicar cómo se cumplirá el propósito compartido y también explicar los roles necesarios para cumplirlo.
  • Debe asegurar que las cifras y los hechos ocurridos se traduzcan explícitamente en mensajes visuales, claros y sencillos.

El objetivo es decir algo que provoque la respuesta emocional de la audiencia.


"He aprendido que la gente olvidará lo que dijiste, la gente olvidará lo que hiciste, pero la gente nunca olvidará cómo los hiciste sentir."


 Maya Angelou


Versión en inglés disponible en: